OS ENTREGO MI VIDA

viernes, 30 de abril de 2010

CONGRESO ANDALUZ DE DERECHO A VIVIR

Mensaje enviado por el equipo de DERECHO A VIVIR

Querido/a amigo/a:

El próximo sábado 8 de mayo, vamos a celebrar el I Congreso Andaluz de Derecho a Vivir en Jaén, una cita pionera, en la que exigiremos nuevamente la derogación de la Ley del aborto y debatiremos sobre este ataque a la vida que divide a la sociedad española.

En este primer foro de debate sobre el aborto tras la aprobación de la llamada Ley Aído y la multitudinaria Marcha por la Vida del pasado 7 de marzo, contaremos con la participación de médicos, juristas, psicólogos y líderes de opinión, como Sonsoles Alonso, Antonio Del Moral, Begoña Requena, Esperanza Oña, Cuca García de Vinuesa, Alfredo Urdaci y Miguel Ángel Rodríguez, entre otros.

Además, aprovecharemos para distinguir mediante una entrega de premios, la labor por el derecho a la vida de Esperanza Puente, Juan Cotino, Intereconomía, César Vidal y Socialistas por la Vida.

¡No hagas planes para el sábado 8 de mayo!, porque tienes una cita con Derecho a Vivir en la Universidad de la Ciudad de Jaén.

¡Apúntalo en tu agenda!

La entrada tiene un precio simbólico de 17 euros que incluye almuerzo y servicio de guardería.

¡Inscríbete y vívelo con nosotros! Puedes inscribirte desde:

http://www.amiando.com/congresodav.html

¿A qué estás esperando para inscribirte? ¿Te lo vas a perder? ¡Tan sólo quedan unos días y las entradas son limitadas!

¡¡TE ESPERAMOS!!

Más información y el programa del congreso en: www.congresoandaluzdav.es (inscríbete en el apartado de “comprar entrada”)

Nos vemos en Jaén.

Un saludo,

Álvaro Ortega y todo el equipo de DAV Jaén

P.D. Gádor Joya, Ignacio Arsuaga, Miguel Ángel Rodríguez y Cuca García de Vinuesa son los protagonistas del vídeo-invitación al Congreso. Escucha su invitación personal pinchando en la siguiente imagen:

jueves, 29 de abril de 2010

CONFIA EN EL SEÑOR: MEDITACIÓN I


Vamos a comenzar una serie de entradas que partiendo de historias, cuentos, parábolas, etc.. intentará ayudar a la meditación y a la reflexión profundas que nos hagan descubrir el valor del Silencio como vía de encuentro con el Señor, quizás el camino más comprometedor y radical por el reto que supone entrar en uno mismo para encontrarse con la "obra" que Dios ama y que muchas veces nosotros rechazamos para entregarnos a una búsqueda, muchas veces, hacia ninguna parte y que acaban generalmente, o en frustración y sensación de ausencia de Dios, o en ideas rígidas sobre Dios que están lejos de su realidad dinámica y vivifícadora: Así pues, amigos, busquemos y vivamos lo que dice este canto: "AMA EL SILENCIO, TEN ALERTA EL CORAZÓN, BUSCA LA PAZ".

Esta parábola es de origen noruego, nos enseña a descubrir además del valor del silencio, valores como la prudencia y la comprensión entre otros.


Cuenta una antigua leyenda noruega, acerca de un hombre llamado Haakon, quien cuidaba una ermita. A ella acudía la gente a orar con mucha devoción.

En esta ermita había una cruz muy antigua. Muchos acudían ahí para pedirle a Cristo algún milagro.

Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor. Lo impulsaba un sentimiento generoso. Se arrodilló ante la cruz y dijo:

- "Señor, quiero padecer por ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero remplazarte en la Cruz." Y se quedó fijo con la mirada puesta en la cruz, como esperando la respuesta.

El Señor abrió sus labios y habló. Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y amonestadoras:

- "Siervo mío, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condición." ¿Cuál Señor? preguntó con acento suplicante Haakon. ¿Es una condición difícil? ¡Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda Señor! respondió el viejo ermitaño.

Escucha: "Suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de quedarte en silencio siempre."

Haakon contestó: ¡Os lo prometo, Señor!

Y se efectuó el cambio. Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció al ermitaño, colgado con los clavos en la Cruz. El Señor ocupaba el puesto de Haakon. Y este por largo tiempo cumplió el compromiso. A nadie dijo nada, pero un día, llegó un rico, después de haber orado, dejó allí olvidada su cartera. Haakon lo vio y calló. Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas después, se apropió de la cartera del rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postró ante él poco después para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese momento volvió a entrar el rico en busca de la bolsa. Al no hallarla, pensó que el muchacho se la había apropiado. El rico se volvió al joven y le dijo iracundo:

¡Dame la bolsa que me has robado! El joven sorprendido replicó: ¡No he robado ninguna bolsa! ¡No mientas, devuélvemela enseguida! Le repito que no he cogido ninguna bolsa.

El rico arremetió furioso contra él. Sonó entonces una voz fuerte:

- ¡Deténte!

El rico miró hacia arriba y vio que la imagen le hablaba.

Haakon, que no pudo permanecer en silencio, gritó, defendió al joven, increpó al rico por la falsa acusación. Este quedó anonadado y salió de la Ermita. El joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje.

Cuándo la ermita quedó a solas, Cristo se dirigió a su siervo y le dijo:

- "Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio".

- Señor, ¿cómo iba a permitir esa injusticia?

Se cambiaron los oficios, Jesús ocupó la Cruz de nuevo y el ermitaño se quedó ante la cruz.

El Señor, siguió hablando: "Tú no sabías que al rico le convenía perder la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una joven mujer. El pobre, por el contrario, tenía necesidad de ese dinero e hizo bien en llevárselo; en cuanto al muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para él resultaría fatal. Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y él ha perdido la vida. Tú no sabías nada. Yo sí sé. Por eso callo.

Y el señor nuevamente guardó silencio.

Muchas veces nos preguntamos porqué razón Dios no nos contesta. ¿Por qué razón se queda callado Dios? Muchos de nosotros quisiéramos que Él nos respondiera lo que deseamos oír, pero Dios no es así. Dios nos responde aun con el silencio. Debemos aprender a escucharlo.

Su Divino Silencio, son palabras destinadas a convencernos de que, él sabe lo que está haciendo. En su silencio nos dice con amor: ¡¡¡CONFIAD EN MI, QUE SÉ BIEN LO QUE DEBO HACER!!!

FALACIAS SOBRE EL ABORTO Y LA IGLESIA CATÓLICA IV


Falacias sobre el aborto (IV)
San Gregorio de Nisa y el aborto

¿Quién dijo que la condenación, por parte cristiana, del aborto es cosa de hace veinticuatro horas? Más bien lo que venimos viendo es que ya desde los primeros siglos hay abundantes testimonios que prueban, de sobra, la inequívoca posición cristiana sobre esa cuestión.

Es importante constatar que lo que era una costumbre netamente pagana terminó por infiltrarse entre algunos cristianos, tal como reflejan ciertas referencias directas e indirectas, que ya hemos visto, de algunos autores, como San Hipólito, San Juan Crisóstomo, San Jerónimo o San Basilio. Pero de ese hecho se desprenden dos evidencias: (1) Que el empleo de tal práctica por parte de algunos cristianos no significó un cambio en la valoración del hecho por parte de los teólogos y escritores cristianos, que condenan el acto independientemente de quién lo realice, sea pagano o cristiano; (2) que la difusión del cristianismo en el mundo antiguo, especialmente tras el cese de las persecuciones y sobre todo tras su ascensión a creencia oficial, trajo como consecuencia la entrada a la Iglesia de muchos paganos que simplemente se adaptaron a las nuevas circunstancias, sin que su mente y corazón hubieran cambiado realmente. Seguían siendo paganos en el fondo de su ser, aunque nominal y externamente se habían cristianizado. No es extraño que su anterior mentalidad estuviera intacta y con ella la práctica del aborto.

Uno de los pensadores cristianos más importantes del siglo IV fue San Gregorio de Nisa (c. 335 - c. 394), hermano de San Basilio el Grande y amigo de San Gregorio de Nacianzo. Los tres forman esa terna que se ha denominado ´Padres Capadocios´, por ser Capadocia su lugar de origen. Pues bien, en una de sus obras San Gregorio razona de esta manera:
´Dios es la causa de nuestra vida, tanto en cuerpo como en alma. Pero, ¿cuándo y cómo el alma vienen a la existencia? El cómo nunca podremos saberlo... El cuándo se puede determinar. Las objeciones a la existencia del alma antes del cuerpo ya se han dado antes. Pero el alma es necesaria para la vida y el embrión vive. Por lo tanto, el alma no nace después del cuerpo, sino que ambos nacen juntos.´(1)

Es notoria la mención que San Gregorio hace del embrión humano asociándolo, indisolublemente, a un alma humana. Aunque confiesa no saber cómo el alma viene a la existencia, una duda que el mismo San Agustín de Hipona también tuvo al vacilar entre creacionismo y traducianismo, sin embargo, no le queda la menor duda de cuándo hace su aparición, siendo simultánea con la concepción. Por lo tanto, según San Gregorio, es inconcebible un embrión humano sin alma humana. La consecuencia que se puede desprender de esa premisa es clara: quitarle la vida al embrión es lo mismo que quitársela a un nacido.

Hay un texto en el que San Gregorio parece contradecirse a sí mismo, cuando dice:
´Del mismo modo que no es posible denominar al informe embrión ser humano sino solo potencial, asumiendo que está completo al nacer y que al estar en estado informe es algo distinto a un ser humano, así nuestra razón no puede reconocer como cristiano a quien no ha recibido, con respecto al misterio completo, la forma genuina de nuestra religión.´(2)

La primera impresión que se recibe al considerar este texto es que San Gregorio niega la humanidad del embrión. Pero antes de llegar a conclusiones apresuradas hay que tener en cuenta dos cosas: (1) que está poniendo una ilustración, para la cual parte de la hipótesis de que el ser humano está completo al nacer, lo cual supone que la humanidad del embrión está incompleta, en cuanto a su forma. De manera que la frase ´…al estar en estado informe es algo distinto a un ser humano…´ habría que entenderla así: ´…al estar en estado informe es algo distinto a un ser humano (completo)…´; (2) que usa esa ilustración para comparar el estado rudimentario de aquellos que reconocen al mismo Dios que los cristianos, como son los judíos, pero que sin embargo al no creer en Jesús les falta la plenitud cristiana.

El concilio de Ancira, celebrado en el año 314, es decir, poco después del cese de las persecuciones, reguló ciertas normas disciplinarias, especialmente las que tenían que ver con aquellos cristianos que habían apostatado de la fe durante la persecución, pero que tras el cese de la misma querían ser readmitidos de nuevo en la Iglesia.

Una de esas normas de disciplina iba dirigida hacia quienes practicaran el aborto:
´Sobre las mujeres que cometen fornicación y destruyen lo que han concebido, o quienes se dedican a fabricar drogas para abortar, un antiguo decreto las excluía hasta la hora de la muerte, habiendo asentido algunos a eso. Sin embargo, deseosos de ejercer mayor clemencia, hemos ordenado que cumplan diez años, según los grados prescritos.´(3)

Aquí tenemos una referencia a la excomunión eclesiástica a quienes hubieran abortado, rebajándose la pena más antigua, que era vitalicia, a la de diez años. Ignoro a qué antiguo decreto se refiere el canon (¿tal vez sínodos anteriores en Roma, Antioquía o Alejandría? Sea como sea, lo cierto es que la gravedad de tal acto no fue pasada por alto por los responsables eclesiásticos de aquel tiempo, siendo la rebaja de la pena una demostración de consideración pastoral hacia los culpables de abortar.

De nuevo es esclarecedora la relación causa-efecto entre desorden sexual y aborto, que el mencionado canon revela. Por cierto, este mismo concilio condena a los hombres que hayan adulterado a una pena de excomunión eclesiástica de siete años(4), lo cual es importante reseñarlo, porque hay quien piensa que detrás de todos estos pronunciamientos contra las mujeres que abortan solo hay machismo puro y duro …
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1) Gregorio de Nisa, Sobre el alma y la resurrección
2) Gregorio de Nisa, Sobre el Espíritu Santo contra Macedonio
3) Concilio de Ancira, canon XXI
4) Concilio de Ancira, canon XX

martes, 20 de abril de 2010

II HOMENAJE A JUAN PABLO II


Queridos amigos y amigas
Con motivo del quinto aniversario de la muerte de nuestro querido Juan Pablo II, os invitamos al "II HOMENAJE A JUAN PABLO II", que tendrá lugar el próximo día 25 de abril, a las 17:00hs, en la Parroquia de San Sebastián, con la proyección de la película "Karol II: El Papa, El Hombre", 2ª parte, que se inició ya el pasado domingo con la proyección de la primera parte.

Este acto está organizado por el Movimiento Cultural Cristiano y la Parroquia de San Sebastián.
Más información:
Víctor Martín. Tl. 618 21 57 52

jueves, 15 de abril de 2010

3º DOMINGO DE PASCUA-CICLO C

CONTRA LA ESCLAVITUD INFANTIL


Queridos amigos y amigas

Os invitamos al:

ACTO SOLIDARIO CONTRA LA ESCLAVITUD INFANTIL

Que tendrá lugar el próximo viernes, 16 de abril, a las 12:00 hs, en el Anfiteatro de la Rambla, con la colaboración de diversos centros educativos de Primaria y Secundaria de la ciudad de Almería.

Saludos cordiales.

Víctor Martín.
Tl: 618 21 57 52
CASA DE CULTURA Y SOLIDARIDAD
MOVIMIENTO CULTURAL CRISTIANO
CAMINO JUVENIL SOLIDARIO
PARTIDO SAIN



lunes, 12 de abril de 2010

Historia de la Diócesis de Almería


La Historia de la Diócesis de Almería se divide en dos periodos perfectamente definidos: el primero abarca los quince primeros siglos de nuestro calendario y el segundo los cinco últimos.

Primer periodo

La creación de la Diócesis en el siglo I por San Indalecio en la ciudad de Urci, situada en los alrededores de Pechina se basa en la tradición de los Varones Apostólicos; de ellos hay testimonios escritos en los siglos VII-VIII-IX, aunque los más optimistas conducen hasta finales del s. VI. Estas fuentes escritas son de distinta procedencia, lo cual suponen una fuente común anterior; el origen apostólico de la diócesis pudo ser mantenido por tradición oral.
En esta primera época las noticias ciertas alternan con otras que son fantasías de los falsos cronicones del Medievo y del siglo XVII.


Segundo periodo

Este segundo periodo, por el contrario, está abundantemente documentado. Por ser el que ha configurado a la actual Iglesia local se indican las diversas etapas del proceso.


Siglo XV: Creación de la Diócesis


Una vez que los Reyes Católicos se hicieron cargo de Almería, el 21 de mayo de 1.492, D. Pedro de Mendoza, Cardenal Arzobispo de Toledo, erige la Catedral de Almería; en estos mismos años se fundan también los conventos de S. Francisco y Santo Domingo; con estas instituciones estaba garantizada la atención religiosa para la exigua población cristiana de la Ciudad.


Siglo XVI: Presencia y rebelión de los moriscos; repoblación con cristianos viejos


Después de la sublevación de los mudéjares en el año 1.500, éstos en su mayoría prefieren el bautismo al destierro, con lo que quedan constituidos en moriscos o cristianos nuevos. Fuera de la Ciudad de Almería, la mayoría de la diócesis estaba habitada por ellos; la nueva situación hace necesaria la creación de parroquias que se lleva a cabo el 26 de mayo 1.505 con la erección de oficios y beneficios en las iglesias parroquiales de la ciudad y obispado de Almería por Fray Diego de Deza, Arzobispo de Sevilla; en este tiempo se funda un convento de Trinitarios.
En 1.568 se sublevan los moriscos; seguidamente son expulsados y comienza la repoblación con cristianos viejos. De éstos informaba el obispo D. Juan García en 1.599 que eran unos tres o cuatro mil vecinos, todos pobres o casi ignorantes, que apenas poseen bienes temporales y espirituales.


Siglo XVII: Aplicación del Concilio de Trento


El primer paso lo dio el Obispo Portocarrero celebrando un Sínodo en el año 1.607; pero no llegó a publicarse por lo que no entró en vigor. Además erigió el Seminario en 1.610. En 1.635 el obispo D. Antonio González de Acevedo celebra otro Sínodo que se publica y, por tanto, entra en vigor por primera vez; estuvo vigente durante casi tres siglos, hasta 1.929 en que se celebra otro.


Siglo XVIII: Se organiza la Diócesis


El primer documento que aparece es en 1.763 organizando uno de los aspectos caritativos como es del Obispo, D. Claudio Sanz y Torres para la administración de los niños expósitos. El segundo en el tiempo va dirigido a la organización de la economía: en 1.775 D. Benito Ramón de Hermida da normas para la recolección del diezmo. Los restantes documentos de este siglo están a cargo del Obispo, D. Anselmo Rodríguez y son referentes a la organización de las parroquias: en 1.782 erige en perpetuos los curatos y vicarías y en 1.790 desmembra, erige y dota los beneficios del obispado.


Siglo XIX: Un nuevo tipo de Iglesia


La Diócesis de Almería, al igual que en el resto de España se encuentra con una revolución acelerada hacia una nueva sociedad; se pueden distinguir dos periodos en este siglo: desde 1.808 a 1.868 que son los años decisivos en que se pasa de la vieja Monarquía Absoluta a un Estado burgués, liberal en lo político y en lo económico: durante este tiempo fueron objeto de honda preocupación para los obispos almerienses los temas de la tolerancia de cultos, la libertad de prensa y enseñanza, el matrimonio civil, etc., sobre los que publicaron cartas pastorales, unas veces individualmente, otras fueron exposiciones en conjunto con los obispos de la Provincia Eclesiástica. El segundo periodo se inicia en 1.868 hasta llegar a la Restauración.
En la primera mitad del siglo se produce la sede vacante más larga de la historia, unos quince años; la desamortización, etc. En la segunda mitad proliferan las instituciones de enseñanza de la Iglesia, la ampliación del Seminario (modesta en 1.815 y muy importante en 1.851), la catequesis, la prensa católica, la publicación del Boletín Eclesiástico en 1.865 y la reedición de las Constituciones Sinodales en el mismo año, las devociones particulares, etc.
En relación al movimiento obrero surge el Círculo Católico, el Semanario Popular y la participación en la Peregrinación Obrera a Roma en 1.894.


Siglo XX: Algunas fechas significativas


1.929: Celebración del Sínodo Diocesano
1.953: Inauguración del Nuevo Seminario Diocesano
1.993: Beatificación del obispo, D. Diego Ventaja Milán
1.999: Celebración del Sínodo Diocesano


Enrique Silva Ramírez
Archivero Diocesano

sábado, 10 de abril de 2010

FALACIAS SOBRE EL ABORTO Y LA POSTURA DE LA IGLESIA CATÓLICA III


Aborto y cristianismo en el siglo IV

La obra Constituciones Apostólicas es un documento de principios del siglo IV, en cuya primera parte hay una serie de preceptos morales para la conducta cristiana. Concretamente en el capítulo 7 y sección primera se establece un marcado contraste entre los dos caminos, esto es, el camino de la vida y el camino de la muerte.

Esta manera de contrastar los dos estilos de vida no es nada nuevo, pues ya tiene su antecedente en el Salmo 1, en el Sermón del Monte y también en la literatura cristiana del siglo II, como en el caso de la Didaché. Pues bien, a tal respecto hay un momento dado en el que se afirma lo siguiente:
´No asesinarás a tu hijo abortando, ni matarás lo que ha sido engendrado, pues todo lo que ha sido formado y ha recibido un alma de Dios, si fuera asesinado será vengado, al haber sido injustamente destruido´.(1)

No hay la menor duda de que para el autor de este tratado lo que ha sido engendrado es poseedor de alma humana y por lo tanto su muerte provocada constituye un asesinato, que no quedará impune. Esta prohibición está recogida en medio de una lista de actos reprobables, entre los cuales, dicho sea de paso, está el de la homosexualidad:
´No corromperás a los niños, pues esta maldad es contra naturaleza y viene de Sodoma, que fue enteramente destruida por fuego de parte de Dios.´(2)

San Basilio el Grande (329-379), en su carta a Anfiloquio, juzga de esta manera el aborto:
´La mujer que destruye deliberadamente su hijo no nacido es culpable de asesinato. Para nosotros no es aceptable preguntarse si su ser está formado o no... La destrucción del embrión es un crimen adicional, un segundo asesinato en toda su dimensión, si es hecho con intención.´(3)

Y un poco más adelante sigue diciendo lo siguiente:
´También las mujeres que administran drogas para abortar, lo mismo que las que toman preparados para destruir niños no nacidos, son asesinas.´(4)

Para un autor como San Juan Crisóstomo (c. 347-407) tampoco hay duda de lo que el aborto es. En su sermón sobre la carta a los Romanos 13:13 avisa sobre la corrupción de costumbres que procedía de los banquetes donde el alcohol y el sexo desordenado presidían tales orgías, razonando de esta manera:
´Porque en banquetes de esa clase tenéis malos deseos e impurezas, quedando las esposas en descrédito y las prostitutas en honor entre vosotros. Por tanto os exhorto a que huyáis de la fornicación y de la madre de ella, la embriaguez. ¿Por qué sembrar donde la cosecha es imposible, o más bien aunque coseches te acarrea gran vergüenza el fruto? Porque aunque nazca un hijo te deshonra y contiene la injusticia hecha al haber nacido en ilegitimidad y bajeza… ¿Dónde hay tantos esfuerzos para abortar? ¿Dónde hay asesinato antes del nacimiento? Pues incluso la prostituta ya no sigue siendo mera prostituta, sino que la haces una asesina también. Ves cómo la embriaguez lleva a la prostitución, la prostitución al adulterio y el adulterio al asesinato, o, más bien, algo peor que el asesinato. Pues no tengo nombre para darle, ya que no elimina lo que nace, sino que impide que nazca.´(5)

Esta concatenación de hechos reprobables que Crisóstomo describe tiene como último eslabón el aborto, cuyo propósito es eliminar la evidencia última del vergonzoso desorden sexual de su tiempo. Exactamente lo mismo que hoy día, cuando por un lado se estimula la promiscuidad sexual y por otro se anima a aniquilar el fruto no deseado. Nada nuevo bajo el sol. Para Crisóstomo ese tipo de aborto es una maldad cometida para eludir la responsabilidad contraída al ejecutar otra maldad previa, como es la fornicación, siendo para él peor que un asesinato y no hallando calificativo para describirlo.

San Jerónimo (345-420) escribió una carta a Eustoquio en el año 384 que es famosa por la descripción del vicio en la sociedad romana de su tiempo. Que los cristianos no estaban al margen de sucumbir ante toda esa vorágine de degradación, lo demuestra el hecho de que se daban casos de abortos entre mujeres que habían hecho voto de virginidad:
´Algunas, cuando descubren que llevan un hijo de su pecado, usan drogas para abortar y cuando (como suele suceder) mueren con su progenie, descienden al infierno cargadas con la culpa no sólo del adulterio contra Cristo, sino también de suicidio y asesinato.´ (6)

Ante todas estas inequívocas manifestaciones de condenación del aborto, no es extraño que uno de los objetivos en la agenda del feminismo extremista de nuestro tiempo sea la destrucción del carácter de estos y otros teólogos cristianos antiguos, presentándolos como prototipo de eclesiásticos fanáticos, hipócritas, estrechos, sin compasión y negadores de los derechos elementales de la mujer.

Se intenta ganar así dos batallas al precio de una: el vilipendio definitivo del cristianismo que ellos representan y a la vez la vindicación del antiguo pensamiento pagano y la práctica aparejada al mismo. Así que ya sabes: si no quieres ser objeto de las iras de ese feminismo extremista, no se te ocurra decir lo que aquellos antiguos cristianos dijeron sobre el aborto. Pero si remas en la dirección opuesta a ellos, serás bien considerado y gozarás de respetabilidad…
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1) Constituciones apostólicas, VII, 1, 3
2 Op. Cit. VII, 1, 2
3) Carta a Anfiloquio, 2
4) Carta a Anfiloquio, 8
5) Homilías sobre Romanos, 24
6) Carta a Eustoquio, 13

martes, 6 de abril de 2010

RECURSOS TIC-MUSEO DEL PRADO

He encontrado en el blog de mi amigo Bati esta entrada interesante que nos puede servir para estudiar muchas obras pictóricas, especialmente las de contenido religioso, que encontramos en el Museo del Prado. PINCHA AQUÍ